Sobre el final del gobierno de Mauricio Macri la proporción de los trabajadores y jubilados que pagaban Ganancias llegó al 23,2%.
Con respaldo de todo el arco político el oficialismo avanza en el Congreso con la modificación del Impuesto a las Ganancias. De acuerdo con la iniciativa presentada por el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, la elevación del mínimo no imponible a 150 mil pesos brutos permitirá que más 1,2 millones de trabajadores y jubilados dejen de pagar este tributo.
Así lo demuestra también el último informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav) que advirtió además que entre 2016 y 2019 la cantidad de trabajadores alcanzados por Ganancias creció en 8,5 puntos porcentuales. De aprobarse la iniciativa del oficialismo menos del 10% de los trabajadores registrados y jubilados estarán alcanzados por este tributo.
Entre 2016 y 2019, durante la gestión del presidente Mauricio Macri, el promedio de trabajadores y jubilados alcanzados por el Impuesto a las Ganancias se elevó a 21% a pesar de prometer en campaña que no deberían tributar durante su gestión.
El Gobierno de Cambiemos cerró su gestión en diciembre de 2019 con «el 23,2% del total de trabajadores y trabajadoras del sector público y del sector privado pagando Ganancias». Así durante esos cuatro años se pasó de 1,2 millones de personas alcanzadas por el impuesto hacia fines de 2015 a 2,3 millones a finales de 2019″. Prácticamente se duplicó en términos nominales la cantidad de personas alcanzadas por Ganancias.
En tanto entre 2003 y 2015 se registró un promedio del 12,5% de trabajadores y jubilados por Ganancias.
Según indica la Undav «a enero 2021, 2,3 millones de trabajadores, trabajadoras, jubilados y jubiladas son alcanzados/as por el Impuesto a las Ganancias, derivando en una recaudación de más de 149 mil millones de pesos en el mes de enero 2021».
Con los años el Impuesto a las Ganancias se transformó en el segundo tributo principal en términos de recaudación, sólo por detrás del IVA (el tributo más regresivo de todos) y un tema central en la agenda política y en los medios de comunicación.
Según destaca en su informe la Undav «en 2020 tanto la recaudación del Impuesto a las Ganancias como la recaudación total sufrieron los efectos de la pandemia y la caída de la actividad. Así se acumularon 3 años de caída de la recaudación de este tributo. Sin embargo, ante la abrupta caída de la actividad, el Impuesto a las Ganancias llegó a su máximo nivel histórico en relación a la recaudación total, 22,1%».
En comparación con otros países del mundo, la recaudación por Impuesto a las Ganancias representa cerca de un 5% del PBI argentino por debajo del indicador de otros países como España (7,9% del PBI), Francia (9,6% del PBI), Estados Unidos (10,1% del PBI) y Australia (11,8% del PBI).
«Además, continuando en el análisis de impuestos progresivos, en cuanto al impuesto a la propiedad (conocido en Argentina como Impuesto a los Bienes Personales) Argentina se ubica último en el ranking de recaudación en porcentaje del PBI con un 0,2% mientras que el resto de los paises analizados se encuentran por encima del 1%», sigue el informe.
Además «utilizando el proxy de progresividad/regresividad del sistema definido por la relación entre la recaudación de IVA e Impuesto a las Ganancias, se observa que en el período 2003-2015 la progresividad del sistema mejoró y que entre 2016-2019 se incrementó la regresividad».
«Esta decisión política mejoraría las capacidades de consumo de un sector de la población que no se encuentra entre el 10% que más ingresos recibe. Por lo cual el esfuerzo fiscal que se realizaría podría traducirse en consumo, que contribuya a la reactivación económica y retorne a las arcas del estado vía otros tributos», concluye la Undav.
La medida implicaría un esfuerzo fiscal de cerca de 40.000 millones de pesos que se dejarían de recaudar con un impuesto progresivo.