La eliminación de la Copa Libertadores terminó siendo la peor pesadilla para los jugadores de Boca, que tras los incidentes se vieron obligados a ir a declarar a una comisaría.
Boca quedó eliminado este martes por la noche de la Copa Libertadores en los octavos de final al perder 3-1 ante Atlético Mineiro, en Belo Horizonte y en definición por tiros penales, luego de igualar 0-0 en los 90 minutos regulares en los que a instancias del VAR le fue anulado otro gol tan polémico como en del partido de ida en la Bombonera.
Tras la dolorosa eliminación, estalló la furia en el vestuario de Boca y todo terminó con un enfrentamiento entre los futbolistas del «Xeneize» y la policía, que contuvo al plantel con gases lacrimógenos. Mientras tanto, los dirigidos por Miguel Ángel Russo arrojaban vallas y diferentes objetos. Entre ellos había integrantes del Consejo de Fútbol del club de la Ribera.
Tras el enfrentamiento, los jugadores de Boca debieron ser trasladados al micro y se vieron en la obligación de ir a declarar en una comisaría. De esta manera, y como daño casi colateral, el plantel «xeneize» rompió la burbuja, por lo que las autoridades argentinas le podrían imponer una cuarentena de 10 días por no cumplir los protocolos.